Con su ópera prima ‘Gente de bien’, el colombiano Franco Lolli competirá en la 53 edición de la Semana de la Crítica, del Festival de Cine de Cannes, uno de los eventos cinematográficos más importantes del mundo.
El Festival que se realizará del 15 al 23 de mayo tendrá siete largometrajes compitiendo por la Cámara de Oro incluida la cinta del colombiano. Los filmes restantes en competencia son: 'Self made' de Shira Geffen, 'It follows' de David Robert Mitchell, 'Più buio di mezzanotte' de Sebastiano Riso, 'When animals dream' de Jonas Alexander Arnby, 'The tribe' de Myroslav Slaboshpytskiy y 'Hope' de Boris Lojkine.
En febrero de 2013, ‘Gente de bien’ fue uno de los seis proyectos seleccionados en Fondation Groupama Gan pour le Cinéma, organización privada en Francia que premia producciones de ópera prima para su desarrollo, al igual, la cinta fue ganadora del estímulo de producción de largometraje del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico –FDC-.
Cabe anotar que Lolli ya había sido premiado en Cannes 2012 en la sección Quincena de realizadores con su cortometraje 'Como todo el mundo’. La producción narra la historia de Pablo, quien a sus 16 años vive solo con su madre y está atravesando una situación económica compleja. El corto fue protagonizado por Santiago Porras, Marcela Valencia, Luís Fernando García, Daniel Gómez, Felipe Guerra, Pablo Guerra, Miguel León, Daniela Trujillo, Sarah Malagón y Ana Malagó.
Sobre la historia de la película
Eric, un niño de diez años abandonado por su madre, se encuentra viviendo de la noche a la mañana con Ariel, su padre a quien apenas conoce. Al hombre le cuesta mantenerse a flote con su hijo y no logra establecer una verdadera relación con el niño.
Conmovida por su difícil situación, María Isabel, una mujer de clase alta para la que Ariel trabaja como carpintero, decide ayudarlos y los invita al campo a pasar las Navidades con ella y su familia. Pero al acercarse tanto a la vida de los millonarios, Eric se aleja también de su padre. María Isabel decide entonces tomar al niño enteramente bajo su ala. Sin medir del todo las consecuencias de sus actos.