Alejandra Betancur es una deportista antioqueña. Empezó en el levantamiento de pesas, pero a los 17 años probó con el rugby, un deporte que le dijeron “era muy brusco”. En la universidad empezó el amor por esta disciplina que los ingleses llaman ‘de bárbaros’.
El hito para el rugby femenino llegó en 2016 cuando alcanzaron el tiquete olímpico. La disciplina, el sacrificio y la entrega son los pilares de que las Tucanes, como se le conoce a la integrantes de la selección Colombia de Rugby, hayan llegado a los Juegos Olímpicos Río 2016 y señala que se volvieron “profesionales sin ser profesionales”, porque empezaron a entrenar a doble jornada cinco veces a la semana y debieron complementar el trabajo con gimnasio.
Alejandra sabe que, sin embargo, lo importante no es llegar “sino mantenerse” y por eso las nuevas generaciones deben seguir trabajando para posicionar al rugby femenino como un referente latinoamericano y mundial.
Se ganó su título de capitana de la selección Colombia femenina tras el relevo generacional propio de los deportes. Quedaron tres niñas del proceso anterior y a Alejandra la eligieron con esa responsabilidad que la lleva a pensar que siempre pueden ganar.
El rugby no discrimina de hombre o mujer. Para esta colombiana, si tienes dedicación y esfuerzo vas a llegar lejos. Las oportunidades son las mismas, aunque los estereotipos, para ella, no se enfocan en la rudeza sino en que siempre están en contacto y eso afecta a las interesadas.
4 actitudes a repensar en el deporte
Alejandra confía en que el deporte puede seguir creciendo en nuestro país, pero debe haber apoyo de la empresa privada. Además, el rugby debe masificarse y llegar a muchos más rincones de nuestro país.
En 2018, las Tucanes buscarán revalidar el título de los Juegos Centroamericanos y del Caribe que consiguieron en Veracruz 2014, en la primera edición de esta disciplina en las justas.